Relacionate Inteligentemente con tus Emociones Negativas (parte II)
Como te contaba en el post anterior, las emociones negativas realmente pueden darnos mucho. Pueden llevarnos un level up si nos sintonizamos con ellas y hacemos el ejercicio de crear una relación inteligente con ellas cada vez que aparecen en nosotros.
Lo que comparto con vos aquí son algunas estrategias que podés implementar para hacer buen uso de estas emociones. Podés ponerlas en práctica a todas paso a paso o podés elegir una de ellas o más para ir recreando tus reacciones habituales en estas situaciones y así ir maximizando tu potencial y generando un mayor bienestar.
Concientizar
Tomarnos un momento para conectarnos con nosotros mismos y observar que es lo que estamos sintiendo. Sin evaluar, sin juzgar, simplemente ser conscientes de lo que sentimos. Puede parecer obvio o muy básico, pero la realidad es que muchas veces estamos tan presentes en el exterior y ausentes en nuestro propio interior que no nos damos cuenta de lo que nos está pasando. Ser conscientes es el primer paso y por eso el paso fundamental.
Denominar
El sólo hecho de ponerle el nombre apropiado a la emoción provoca un descenso en su intensidad y nos permite estar un poco más en control; ahora sabemos exactamente que nos está pasando. La corteza prefrontal, que es como nuestro CEO a nivel cerebral, reconoce el lenguaje y cuando denominamos la emoción esta región del cerebro tiene acceso a calmarla y ayudarnos a comenzar a resolver esto que nos molesta.
Aceptar
Ya está dentro de nosotros, verdad? Pues más vale que nos hagamos amigos y no nos resistamos, ya lo decía Carl Jung “lo que resistes, persiste” y la idea justamente no es prolongar y expander esta emoción, sino más bien aceptarla, comprenderla y utilizarla a nuestro favor. Vuelvo; no evaluar, más bien dejarlo ser. Es lo que es, no lo que debe ser.
Apreciar
Las emociones son nuestros mensajeros personalizados que nos indican que nuestras necesidades están o no están siendo satisfechas. Agradezcamos que tenemos este sensor interno sintonizado específicamente a nuestras necesidades que nos está llamando la atención, está abriendo nuestros ojos. Pensalo como tu amigo que simplemente te está avivando de que te falta algo, que quiere que estés mejor, que tengas un mejor performance y te superes día a día.
Ser gentil con uno mismo
Cuando tenés compasión con vos mismo, así como lo tendrías con otra persona, se libera oxitocina, esa hormona que nos hace sentir seguros, nos trae sensaciones de bondad, gentileza, calidez, conexión, coraje. Ser gentil con uno mismo también nos brinda ecuanimidad, calma la mente y el corazón, aminora los pensamientos negativos persistentes, acrecienta la inteligencia emocional, somos más empáticos, aumenta la resiliencia y la confianza en uno mismo.
Ser curioso
Finalmente preguntarse: cuál es el mensaje? Qué significa? Qué necesidad tengo que no está siendo satisfecha? Qué función tiene esta situación en mi vida? Este paso es posiblemente el más desafiante, el transformador. Aquí es donde tenemos la oportunidad de sincerarnos con nosotros mismos para generar un cambio en nuestras vidas.
Cambiar la sintonía
Una vez que hayas procesado tus emociones negativas, tienes la oportunidad de pasar a otra cosa. Soltar. Desplazarte de la negativo hacia lo positivo, ya que no es posible sentir una emoción negativa y una positiva a la vez. Este es el momento de dejarla ir. Podés buscar este cambio con música por ejemplo, escuchando tu canción favorita; llamando a un amigo y hablando sólo de cosas buenas; proyectando el futuro; agradeciendo las cosas lindas que tenés en este momento; buscando videos graciosos en la web; dándote una linda ducha y disfrutándola de verdad, sintiendo el agua en tu cuerpo, perdiendo un poco la noción del tiempo, quizás hasta con música de fondo; practicando cualquier actividad sana que haga te conectar con una sensación placentera y sentirte bien.
Algo a tener en cuenta es que hay un factor que tiene influencia directa en nuestras emociones y hemos de considerarlo al analizarlas, esto es nuestro estado físico. Si estamos cansados, con hambre o padecemos algún dolor físico esto seguramente va a influir en ellas.
Finalmente cierro esta nota recordando algo que leí en la autobiografía de Isabel Allende, un regalo de una amiga muy especial que vive en California, allí dejó asentadas las palabras de su hijo quien dijo: somos los responsables de lo que sentimos.
Les dejo un fuerte abrazo y les deseo un muy feliz año nuevo!
Fuente: Organize Your Mind course by Coach Meg
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