El Poder de la Pregunta

Hay algo que querés lograr, pero no sabes como. Y con esa cosa en particular, cuando alguien te pregunta o vos mismo te lo volvés a cuestionar, respondés “no sé!” o respondés: porque ya lo intenté mil veces y nunca pude, porque no me ayudan, porque no soy capaz, porque estoy ocupado, bla, bla, bla; y te cerrás a la posibilidad de búsqueda, cerrás la puerta de la curiosidad. Ese impulso tan bello que nos permite asombrarnos, avanzar, evolucionar, divertirnos, ampliar nuestro horizonte!

Te desafío. A que la próxima vez que surja esa pregunta para la que verdaderamente quieras una respuesta, no te cierres, no respondas con un automatismo que no te lleva a ningún lado más que, justamente, al final de una curiosidad para la cual AUN no le encontraste la vuelta. Porque, claro, a quien le gusta tener asuntos inconclusos? Preguntas sin responder, valijas sin armar, conversaciones sin terminar. Cuando deseamos algo, buscamos concluirlo. Pero si lo concluimos de una manera que no nos gusta, tampoco estaremos conformes.

Por eso, esta vez, te desafío a que te quedes ahí...ahí paradito en la pregunta….inmóvil...sin responder esa misma respuesta...sin responder... Haz de esa incomodidad de no tener una respuesta, la comodidad de continuar en la búsqueda. Tu mente porseguirá investigando, atando cabos, uniendo ideas y quizás en ese mismísimo momento no aparezca LA respuesta pero seguramente, una respuesta diferente vas a obtener. Y estarás un poquito más cerca de esa respuesta que buscas, y estate atento, porque puede ser muy diferente de lo que imaginabas.

Happy dreaming